La Tecnoincubadora Marie Curie, una década como referente del emprendimiento de base tecnológica

La Tecnoincubadora Marie Curie del Parque Científico y Tecnológico Cartuja (PCT Cartuja) ha cumplido diez años como referente de las empresas de base tecnológica en Andalucía, al haber acogido y acompañado en su crecimiento a un centenar de ellas durante este periodo. Actualmente alberga a una treintena de startups de este tipo que desarrollan su actividad en sectores como energía, ingenierías, Biotech, TIC y marketing digital.

Esta tecnoincubadora fue el primer espacio de estas características que abrió en Andalucía, en el año 2010, con 40 módulos de 50 metros cuadrados ocupados y 25 empresas en espera. Desde entonces ha sido una pieza clave en la consolidación de empresas de base tecnológica en sus primeros años de vida.

Este centro impulsor del desarrollo empresarial presta su apoyo a la generación y consolidación de startups y empresas innovadoras y/o de base tecnológica con vocación de competir en el mercado nacional e internacional, para lo que proporciona tanto acceso a espacios físicos -módulos de alojamiento adaptados y salas de reuniones que reúnen las nuevas medidas de seguridad provocadas por el Covid-19-, como asesoramiento y mentoring personalizado, asesoría financiera, capacitación y otros servicios empresariales avanzados. Además, encuentran un ambiente tecnológicamente emprendedor, con acompañamiento de la gestora del parque, sinergias, asesoramiento y acceso a redes nacionales e internacionales.

Junto a la propia existencia de la tecnoincubadora, otra de las iniciativas puestas en marchas por el PCT Cartuja en apoyo a las empresas en su fase inicial es el programa 'Invierte PCT Cartuja', una actuación de 'venture academy' que tiene como objetivo aportar competencias a los emprendedores para que sepan afrontar un proceso de financiación de capital de sus iniciativas. Para ello, se organizan actuaciones de formación grupal y mentorización individualizada que permiten preparar a estas firmas en el campo de la comunicación, las finanzas, el ámbito legislativo y operacional. Para poder optar a esta última fase, se realiza una selección de los mejores proyectos.

El programa se puso en marcha en 2012 y, desde entonces, el PCT Cartuja ha formado y asesorado a 165 emprendedores (una media de 20 proyectos por cada edición). En los ocho foros de inversores ya celebrados se han acelerado 165 proyectos de emprendedores, de los que 78 han llevado su proyecto ante más de 70 inversores. Las empresas aceleradas han conseguido financiación por valor de más de tres millones de euros.

Proyecto Speedier

La tecnoincubadora es, además, uno de los espacios donde se desarrolla el piloto del proyecto europeo Speedier, en el que PCT Cartuja colabora con la Corporación Tecnológica de Andalucía. Prevé la realización de auditorías de eficiencia energética y la aplicación de medidas de ahorro en este inmueble y en el Centro de Empresas Pabellón de Italia, un edificio de la antigua Exposición Universal de 1992 que gestiona también la sociedad del PCT Cartuja.

Speedier, cofinanciado por el Programa Marco Horizonte 2020 (H2020) de la Unión Europea (UE), tiene como objetivo fomentar la realización de auditorías energéticas y la implantación de medidas de ahorro energético en pymes. En la Tecnoincubadora Marie Curie y el Centro de Empresas Pabellón de Italia se llevarán a cabo, entre otras medidas, el cambio de la iluminación por sistemas LED y la generación fotovoltaica de autoconsumo, con los que se persigue conseguir un ahorro energético de en torno al 20% y económico superior al 15%.

El PCT Cartuja es el principal espacio de innovación de Sevilla y forma parte del ecosistema andaluz conformado por los parques científicos y tecnológicos ubicados en la región, en los que la Administración, la empresa, la innovación y la universidad van de la mano. Desde la Junta de Andalucía se han puesto en marcha actuaciones para fortalecer e impulsar este entramado con el fin de continuar fomentando actividades económicas avanzadas desde el impulso de la innovación y el emprendimiento y desde el apoyo de los clústers.

El recinto sevillano constituye uno de los parques científicos y tecnológicos de mayor envergadura de Europa, con 523 empresas, que generan 22.716 empleos directos y una actividad económica que ronda los 2.900 millones de euros, lo que representa un 7% del PIB de la provincia de Sevilla.

Impulso al emprendimiento

Las startups están llamadas a marcar el ritmo de aquellas economías nacionales y regionales basadas en la innovación y el conocimiento, y por ello la Consejería de Transformación Económica viene fortaleciendo a ese tejido emergente, clave para favorecer la transformación y la recuperación. Así, la Junta está ultimando el Plan General de Emprendimiento de Andalucía, un instrumento de planificación de la política pública en este ámbito que verá la luz en el primer trimestre del próximo año. También ha puesto en marcha el programa Startup Andalucía Roadshow, una liga para seleccionar a las mejores empresas emergentes de Andalucía para apoyarlas en el impulso de su idea de negocio y su internacionalización.

Asimismo, Transformación Económica está centrada en el diseño de un Plan de Captación del Talento Digital, una medida que tiene como finalidad convertir la comunidad en un lugar de referencia para que el talento innovador procedente de otras regiones y países pueda desarrollar su trabajo, bien en empresas regionales o bien de forma remota mediante el teletrabajo para compañías nacionales e internacionales.

En colaboración con Vodafone (Programa Minerva) y Telefónica ('Andalucía Open Future'), la Consejería también viene desarrollando programas de aceleración de empresas emprendedoras de base tecnológica.

Por otro lado, a través de la nueva Agencia IDEA, la Consejería ha lanzado tres fondos de capital riesgo, con una dotación global de 45,5 millones de euros, cofinanciados con fondos Feder. Dos de ellos se dirigen a apoyar la expansión empresarial y el tercero se centra en las startups, disponiendo de una aportación pública de ocho millones a los que, para su constitución, la participación privada deberá aportar como mínimo un millón más. Estos fondos se destinarán a iniciativas de pymes y micropymes en fase de expansión temprana, es decir, a empresas con proyectos ya iniciados, que se encuentren preparadas para afrontar una primera ronda de inversión importante, aunque no hayan empezado a facturar aún.