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Esther Reina es doctor Ingeniero Industrial por la Universidad de Sevilla y catedrática de Universidad de Ingeniería Mecánica desde 2021. Ha trabajado principalmente en el desarrollo de modelos matemáticos e implementación computacional de procesos biológicos en el ámbito de la biomecánica y mecanobiología. Ha estado involucrada en la caracterización experimental de dichos procesos mediante ensayos in vivo e in vitro. Los resultados de estos trabajos se recogen en 40 publicaciones JCR y una patente.
Hasta el momento ha dirigido 3 tesis doctorales, una de las cuales ha recibido el premio extraordinario de doctorado. Es, además, investigadora principal de 5 proyectos de I+D con financiación pública lo que le ha permitido dirigir y coordinar desde hace más de 10 años un equipo multidisciplinar y transversal compuesto por ingenieros mecánicos, eléctricos y de materiales, médicos y veterinarios.
Todas estas contribuciones han sido reconocidas en distintos premios y distinciones como el premio Manuel Losada Villasante 2022, el premio investigación nacional Juan Carlos Simó 2017 o el premio investigación Real Academia Sevilla Ciencias – Real Maestranza de Caballería Sevilla 2015, entre otros.
Ha sido profesora visitante en las Universidades de Colorado y Lieja y ha impartido conferencias invitadas en el IBIS, UNIA, KU Leuven, la Real Academia Sevillana de Ciencias, el Instituto Superior Técnico de Lisboa, UCL y las Universidades de Lieja, Huelva y Sevilla.
PREGUNTA: Su CV es realmente apabullante… 1 patente; 2 libros; 8 capítulos en tantos otros libros; 40 publicaciones en revistas; 60 aportaciones a congresos… Pero, ¿en qué consiste su trabajo?
RESPUESTA: Soy profesora docente e investigadora de la Universidad de Sevilla. A nivel docente, imparto asignaturas en el grado de Ingenierías y Tecnologías Industriales, y también en el Máster de Ingeniería Industrial, con asignaturas que incluyen las vibraciones mecánicas, las teorías de máquinas y elementos de máquinas.
Mi labor de investigación se centra en el ámbito de la Bioingeniería o Ingeniería Biomédica, que básicamente lo que hace es utilizar las herramientas y metodologías de los ingenieros para resolver cuestiones médicas. Así, mi investigación se centra en analizar cómo el ambiente mecánico regula ciertos procesos biológicos y patologías, como, por ejemplo, la osteoporosis o el cáncer. Nosotros pensamos firmemente que terapias basadas en mecánica podrán ser utilizadas en un futuro como terapias complementarias a fármacos que se utilizan en la actualidad.
P: En su grupo de investigación, ¿existen más hombres que mujeres?
R: En mi grupo de investigación somos actualmente 6 hombres, 3 mujeres (8 ingenieros y 1 bióloga). Dado que la investigación que hacemos es altamente multidisciplinar (involucra a ingenieros, mecánicos, electrónicos, de materiales, pero también a médicos, veterinarios, biólogos…) tenemos muchos colaboradores. Y he de decir que la mayor parte de los colaboradores son hombres.
P: ¿Considera que la ingeniería sigue siendo un ámbito masculinizado?
R: Las ingenierías tradicionalmente son disciplinas que han sido estudiadas por hombres. Hoy en día, la proporción de mujeres que siguen estudiando en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSI) de la Universidad de Sevilla sigue siendo muy reducida, en torno al 20 ó 25%.
Creo que debemos hacer un esfuerzo por reducir esa brecha de género. Debe haber un cambio de paradigma tanto en la base de la educación, en los colegios, como también en el entorno familiar. Tenemos que incentivar, motivar a todas esas niñas que tienen interés o curiosidad por todas las áreas científicas o tecnológicas.
P: ¿Puede realmente una catedrática, investigadora, profesora… conciliar la vida profesional y laboral con la personal?
R: Se puede. Yo tengo dos hijos. Pero, evidentemente, con mucho esfuerzo, mucha dedicación y mucho sacrificio. También he de decir que, junto a mi marido, somos un equipo. Él me anima mucho en todos mis retos profesionales.
P: La Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla tiene un reconocido prestigio internacional. Dada también su trayectoria en el ámbito académico internacional, ¿animaría a los jóvenes a estudiar en el extranjero o a apostar por las universidades ‘de casa’ y complementar sus estudios posteriormente en otros países?
R: La calidad de las enseñanzas públicas, en la Universidad de Sevilla en concreto, es muy buena, es elevadísima. En particular, en la ETSI la formación técnica que ofrece no tiene nada que envidiarle a las mejores universidades del mundo.
Aquí mi posición es firme: yo animaría a los estudiantes a estudiar aquí, pero, evidentemente, a ser partícipe de todos los programas de movilidad que ofrece nuestra institución.
P: ¿Cree que las mujeres aportan algún ‘plus’ en el desarrollo de proyectos de ingeniería? ¿Y en el ámbito académico?
R: Así lo creo. Las mujeres son, en general, muy perfeccionistas, disciplinadas, y, además, aportan un grado de empatía y creatividad al trabajo en equipo. También pienso que la manera de coordinar y de dirigir equipos y grupos es diferente a la de los hombres.
P: ¿Ha tenido algún referente femenino en su carrera?
R: En el ámbito de la Ingeniería, directamente, no. Pero en el ámbito de las enseñanzas universitarias, sí. Mi abuela era catedrática de Psicología Evolutiva en la Universidad de Almería. Fue pionera, impulsora también de la Universidad de mayores. Vivía para y por la enseñanza universitaria hasta el último día.
Para mí, es todo un referente, porque, a pesar de las adversidades, dificultades y discriminación por ser mujer, logró su sueño en la vida, que era ser profesora de Universidad.