La doctora Irene Fondón ha desarrollado su trabajo de investigación como integrante del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la Universidad de Sevilla y miembro del grupo de investigación TIC155 Tratamiento de Señales y Comunicaciones. 

La Teoría de la Señal es un campo de estudio que se enfoca en analizar y manipular señales, que son representaciones de fenómenos físicos, como el sonido, la imagen o cualquier otra forma de datos. Su objetivo es comprender cómo se transmiten, procesan y manipulan estas señales para extraer información útil de ellas o para transmitirlas de manera eficiente a través de sistemas de comunicación. La Teoría de la Señal, su suma, trata sobre cómo entender y trabajar con diferentes tipos de señales para aplicaciones como la Comunicación, la Ingeniería o la Medicina, entre otros campos.

Tras presentar su tesis doctoral en el campo del procesado de imágenes en el año 2010, Irene Fondón ha conseguido las acreditaciones de contratada doctora en 2013 y la de titular de universidad en 2014. Ha realizado estancias de investigación en Bélgica, Holanda y Portugal, colaborando de forma continuada con investigadores de otras universidades nacionales e internacionales y siendo miembro de la red NEUBIAS, acción COST de financiación europea, para el desarrollo del procesado de imagen en biología. 

En el ámbito investigador, su currículo, de marcado carácter interdisciplinar, comprende dos ramas esenciales. La primera se centra en el desarrollo de nuevos algoritmos para el diagnóstico asistido por computador, especialmente aplicados a dos temáticas: las lesiones de piel pigmentadas (quemaduras, melanoma, etc.) y enfermedades oculares (retinopatía diabética y glaucoma). La segunda, y más importante en la actualidad, es la relacionada con la realidad virtual, aumentada y mixta unidas con el procesamiento de señal y la inteligencia artificial. 

Ha sido investigadora principal en el proyecto PAIDI (P20_01173) titulado “Inteligencia Artificial aplicada al Reconocimiento de Emociones”. Desde 2019 hasta 2022 ha presidido Women in Engineering (WIE IEEE) España. Cabe destacar su colaboración con entidades tan diversas como hospitales (Virgen del Rocío, en Sevilla, o Puerta del Mar, Cádiz), empresas (Alma Systems, por ejemplo) o museos (Museo del Prado), Madrid.
 

PREGUNTA: ¿Qué es la teoría de la Señal? 
RESPUESTA: Una señal es cualquier magnitud física que podemos representar de forma matemática. La Teoría de la Señal lo que intenta estudiar son esas magnitudes para mejorarlas, para obtener información. Por ejemplo, en telecomunicaciones se puede usar para intentar eliminar interferencias, distorsiones. En procesamiento de imágenes, para obtener información o mejorar su calidad. 

P: ¿Qué nivel tiene el área de Teoría de la Señal en Andalucía?
R: En la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSI) de la Universidad de Sevilla y, en general, en la investigación que yo conozco en España y en Andalucía, el nivel es brutal. Tenemos a unos profesionales buenísimos, muy preparados, que son capaces de ofrecer las mejores soluciones que se pueden demandar en cualquier ámbito.

P: ¿En qué ha consistido el proyecto de investigación “Inteligencia Artificial aplicada al Reconocimiento de Emociones”. ¿Qué se ha podido concluir de este trabajo?
R: Es un proyecto bastante complejo. Se incluye entre los denominados “frontera del conocimiento”, que quiere decir que es algo que no se sabe si va a tener éxito o no. 

Durante esta investigación lo que intentamos es, con Inteligencia Artificial, procesar las señales cerebrales que emiten los usuarios como respuesta a un estímulo creado con una aplicación de realidad virtual. 

¿Por qué a través de realidad virtual? Para inducirles un estado de emoción muy intenso, de manera que esa señal sea muy fuerte. Con IA intentamos buscar patrones que nos digan, por ejemplo, cómo reacciona una persona a la que inducimos un entorno de felicidad; o de miedo. Esa sería la teoría del proyecto.

De esta investigación se han conseguido dos hitos: montar todo el laboratorio, con los dispositivos necesarios (que son muchos y muy variados); y una base de datos de señales cerebrales. Podría ser el punto de partida para otras líneas de investigación. 

La conclusión de esta investigación es que este ‘proyecto frontera‘ tiene futuro y que, a lo mejor, tiene aplicaciones para emociones concretas, investigando en entornos como enfermedades tipo parkinson, o incluso en bulling.

P: ¿Considera que la IA puede contribuir también a avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres? 
R: Claro. La Inteligencia Artificial y la realidad virtual, y todas las tecnologías, se tienen que diseñar para todos, para mujeres, para hombres, para todo tipo de personas. Si se diseñan bien, contribuirá a la mejora de la sociedad en general. Pero para eso las mujeres tienen que estar presentes en el proceso de diseño y de creación de contenidos. Tanto en inteligencia artificial como en realidad virtual debemos trabajar con suficientes muestras como para que todos estemos representados; los dispositivos deben estar adaptados a la percepción de los usuarios de todo tipo.  

P: ¿De qué manera animaría a las chicas a seguir sus pasos, en ingeniería o, en general, en Ciencia o Tecnología, en carreras STEM? 
R: Yo lo que les diría es que me miraran a mí… que se me nota en la cara lo que me gusta mi trabajo, lo feliz que soy: en mis clases, mi investigación. Me siento siempre en el límite del futuro, de las técnicas más novedosas, siempre tocando ese límite. 
Yo creo que lo que deben hacer es no tener miedo y, si verdaderamente les gusta la tecnología, dedicarse a ello. Las oportunidades laborales van a ser muchísimas y perfectamente pueden llegar a puestos directivos. Les diría que no tuvieran miedo: la tecnología es divertida y muy ilusionante. 

P: En tu trayectoria profesional, ¿has tenido referentes femeninos?
R: Sí, he tenido a mis profesoras Carmen Serrano y Begoña Acha, que con sus clases me motivaron muchísimo a seguir con Teoría de la Señal. Con la investigación me descubrieron el mundo del tratamiento de las imágenes. Ellas son expertas y proporcionan soluciones a hospitales de todas partes, están metidas en todo tipo de proyectos de investigación. Solo verlas a ellas, todo lo que aportan a los demás, es extremadamente motivante. Siempre se lo voy a agradecer.